"Cuestión de peso":
Nada de livianito
--> En el mundo, los realities de gordos son de una crueldad increíble, porque no sólo exponen sus corpulencias, sino que además los someten a pruebas malvadas para tentar su gula. Por ejemplo, los encierran en una cocina a preparar pasteles, advertidos de que no pueden comer ni un pedazo de dulce: el primero que le pasa la lengua a la cuchara se va eliminado. Las desventuras de estos concursantes provocan una mezcla entre compasión, horror y risa. El objetivo de los programas es mostrar la gordura como una deformidad no sólo del cuerpo, sino también del alma. De algún modo, los gordos terminan pareciendo menos humanos que los flacos, una conclusión que a nadie parecería muy cristiana.Se entiende entonces por qué a Canal 13 le costó tanto dar con un formato de reality para gordos que calzara con sus orientaciones programáticas. La versión final de "Cuestión de peso" se parece muy poco a un reality y mucho más a un programa médico, que en el 13 tienen larga tradición. Los concursantes no están encerrados, se les somete a un tratamiento integral - sicólogo, nutricionista, médico y entrenador físico- y cada caso sirve de ejemplo para explicarle al espectador los riesgos asociados al sobrepeso y qué se debe hacer para adelgazar. Además, se abordan las dificultades sociales que enfrentan los gordos (les cobran triple pasaje en los colectivos, los miran feo en los buses del Transantiago, no encuentran ropa apropiada para ellos). Jennifer Warner, en su primer programa después de "SQP", rebosa empatía con sus gordos: les hace chistes, los escucha, los entiende, los defiende y los reta como si fuera su mamá. "No digas más que eres anormal. Ustedes no son anormales, ustedes están enfermos, y aquí los vamos a ayudar a superar su enfermedad", dice Jennifer con vehemencia. Tal vez sea por su carácter o porque siente que se está jugando mucho en este programa, la conductora se toma todo lo que ocurre de manera personal. Cuando una de las concursantes se retiró porque no quería verse expuesta en la televisión, a Jennifer le costaba contener su decepción. Lo mismo le pasa cuando la gente sube de peso en vez de bajar. Su ansiedad le añade un tono dramático al programa, tanto como lo hace la música de fondo, tan sentimental.El programa cumple con educar y probablemente consiga un buen público entre las dueñas de casa a la hora en que se transmite. Pero es difícil que llegue a más espectadores. "Cuestión de peso" falla en un rasgo propio de los realities: entretener. El programa evita confrontar a sus concursantes, ponerlos ansiosos, hacerlos sufrir o exigirles más de la cuenta. Pero, si uno lo piensa bien, pesarlos en cámara también es una especie de burla. Llevar la buena conciencia de este reality hasta el final obligaría a sacarlo de pantalla. Ésa es su contradicción vital.
Marcela Aguilar
Este comentario de televisión es de la revista Wikén del diario “El Mercurio”. Con éste comentario se demuestra cuan bajo es el nivel de la entretención de la televisión. Digo bajo nivel, no sólo por el bajo contenido intelectual, sino que también porque se pone en manifiesto lo peor del ser humano. Por una parte, la maldad de los productores del formato en cuestión, que son capaces de encerrar a unas personas que tienen problemas físicos y psicológicos delicados; y por otra, de los espectadores que califican como entretenido ver como éstos pobres personajes luchan contra sus ansias encerrados sin posibilidad de poder fallar. El hecho de que la autora del comentario Nada de Livianito diga que porque el canal católico cambió el formato del reality y lo convirtió en algo mas médico, éste tenga que salir del aire al poco tiempo por la falta de sintonía, lo encuentro terrible. La televisión tiende a entretener de muy mala forma, y al final, las personas pasamos horas viendo tele y el contenido de los programas muchas veces es igual a cero. Ahora, la gente se ha acostumbrado a entretenerse de ese modo y no del modo que se hacía antes, donde, junto con la entretención, se elevaba el nivel de conocimiento. Al decir antes, me refiero a los años que precedieron el uso generalizado de la televisión, es decir, antes de que desplazaran a los libros a segundo plano, cuando se trata de entretenerse. El nivel de aprendizaje y cultura de los programas de tv muchas veces es nulo, pero lo peor de todo, es las personas de hoy en día tenemos tan metidos en el sistema esa forma de entretenernos que hemos dejado muchas cosas mas sanas de lado, como lo es el deporte y la lectura. Eso obviamente ha traído consigo falta de cultura y preocupación por lo externo y las cosas que en realidad no tienen contenido intelectual alguno, como por ejemplo, si la actriz “bonita y regia” está con el actor más “mino”. Así lo manifiesta la entrevista al aseverar que un programa con un poco mas de contenido y valores un poco más positivos, tenga que decaer en sintonía. Para concluir, me gustaría mucho que no se cumpla lo que dice la autora del comentario, ya que así, podría esperanzarme con la idea de que es un indicio de que las personas si se quieren entretener de una forma más sana, acompañado de temas profundos y en el fondo, aprender, entreteniéndose.
Javiera Postigo
domingo, 3 de junio de 2007
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1 comentario:
concuerdo con vuestras ideas, la television y no tan solo la chilena (la nuestra pareciese ntentar copiar la decadencia de la television internacional, espero equibocarme) es degradante en muchos sentidos, es horriblemente pertubardora para la gente, pareciese que en muchos casos la unica razon de su existir es saver de ella y hablar de ella. El ser humano esta decresionando y todo aquello que vuelve atras vusca su extincion mas espero como tu que esto no suceda y que la conciencia real de nuestras almas ( no la implantada por el yugo de la sociedad) despierte y nos demos cuenta que hemos hecho del mundo que se nos entrego.
si te preguntad por que tengo la mirada perdida es por que esta es el reflejo de mi alma
http://avadonfallen.blogspot.com/
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